Fisioterapia Respiratoria en el bebé y el niño.
Parece que ya se ha ido el buen tiempo y el frío ya está de nuevo con nosotros una temporada más. Empiezan las guarderías y los colegios, y llegan los virus y bacterias que tanta guerra dan.
Con la bajada de las temperaturas es común que los peques de la casa y no tan peques, sufran catarros, bronquiolitis y otras afecciones respiratorias. El frío hace que la mucosa respiratoria reciba menos sangre, y para poder defenderse genera más moco. La acumulación de este moco potencia la acción de los virus y bacterias, disminuyendo la eficacia de nuestras defensas y es más fácil enfermar.
¿Qué objetivos tiene la Fisioterapia Respiratoria?
Limpiar las fosas nasales.
Lo primero que debemos hacer para ayudar a nuestros pequeños, son los lavados nasales. La limpieza asegura un adecuado filtrado, humidificación y calentamiento del aire, así como la eliminación de mediadores inflamatorios y favorece el adecuado patrón respiratorio.
Controlar e incluso eliminar la tos.
A veces, los lavados nasales no son suficientes y el moco llega a caer a la garganta provocando tos e incluso vómitos. Mediante fisioterapia se pueden eliminar esas secreciones que tanto molestan.
Drenar las secreciones bronquiales.
En las infecciones respiratorias de vía inferior, como bronquitis o bronquiolitis , se generan secreciones dentro del pulmón provocando tos y dificultad respiratoria. En muchas ocasiones, los síntomas perduran durante semanas e incluso meses. La fisioterapia respiratoria es un buen complemento a la medicación, pues al eliminar esas secreciones profundas el fármaco puede ser más eficaz.
¿Cuáles son los beneficios de la Fisioterapia Respiratoria?
Los objetivos de tratamiento expuestos anteriormente tienen unos beneficios colaterales en los pacientes:
Ayuda a comer mejor.
Un niño con mocos no respira bien por la nariz, se ahoga y comer se convierte en una tortura. Además, con la tos es fácil que vomiten todo lo que han comido. Mejorando su respiración nasal y eliminando los mocos acumulados en garganta y vía respiratoria inferior el apetito se recupera.
Mejora el sueño.
¿Toses interminables que despiertan a media noche, desesperación, cansancio..? Cuando estamos enfermos parece que lo que más reconforta es dormir. Si mejoramos la respiración nasal y controlamos la tos, nuestros peques seguro que dormirán mejor y sus padres también.
Evita ingresos hospitalarios.
Cuando una infección respiratoria afecta a un bebé de pocos meses o se complica, es frecuente la necesidad de hospitalizar al niño. Con la Fisioterapia Respiratoria, evitamos que ciertas infecciones vayan a más y acaben en el hospital.
Ayuda al adecuado desarrollo del aparato respiratorio de los más pequeños.
Un niño que crece con infecciones respiratorias frecuentes tiene muchas posibilidades para ser un adulto con alguna enfermedad respiratoria, como el asma.
En definitiva, mejora la calidad de vida de toda la familia. Niños felices, papás tranquilos
POR: ClinicaBIOX
Fisioterapia Avanzada, Novedades, Pediatría